Buenos Aires.- Argentina redobló el combate contra mafias que reclutan con engaños a jóvenes dominicanas para someterlas a la prostitución en este país, que desde marzo pasado obligó a repatriar a 166 mujeres de esa nacionalidad, destaca una investigación publicada hoy por el diario Clarín, de Buenos Aires.
La "segunda ola" de la trata de dominicanas en Argentina desde que el ilícito fue detectado en este país, en la década pasada, fue descubierta en 2008 cuando se concedió refugio a una joven analfabeta que escapó del prostíbulo donde estaba recluida.
La joven había tomado un avión en Santo Domingo convencida de que iba a conseguir trabajo en España y al escapar descubrió que no estaba en Madrid como pensaba, sino en una ciudad argentina, dijeron fuentes de la Comisión Argentina para los Refugiados.
Las peticiones de dominicanas para radicarse en este país pasaron de las 663 de 2007 a 1.168 el año pasado, cuando el ingreso de mujeres de esa nacionalidad registró un alza interanual del 32,7 por ciento, según estadísticas de la Dirección de Migraciones.
A comienzos de marzo pasado, las autoridades dispusieron estrictos controles en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, con el fin de descubrir a "falsas turistas" y combatir a las mafias de trata de blancas.
"Desde entonces, unas 166 dominicanas fueron rechazadas y devueltas a su país. El primer vuelo que controlamos se tuvo que volver a la República Dominicana con 54 mujeres y el lunes pasado frenamos el ingreso de 20", declaró al periódico el director argentino de Migraciones, Martín Arias Duval.
"Las mujeres son víctimas y quedan endeudadas con su reclutador aún si las devolvemos a Dominicana. Pero no hay otra, tenemos que mandar una señal de que en Argentina las cosas se le están dificultando", apuntó.
La cónsul dominicana en Buenos Aires, Diana Cambiaso de Mena, advirtió a su vez que 2008 "ha sido un año crítico porque las redes de trata comenzaron a traer mujeres en grandes grupos".
Luego de señalar que el mes pasado un fiscal dominicano vino a Buenos Aires por este asunto, la cónsul apuntó que "a veces" las mujeres sometidas a prostitución "identifican" a quienes las reclutaron, con lo cual se informa a las autoridades de Santo Domingo para que investiguen.
Cambiaso de Mena señaló que el mes pasado una dominicana de 18 años escapó de un prostíbulo de Córdoba y viajó "a dedo" los 750 kilómetros que separan a esa ciudad de Buenos Aires para pedir ayuda al consulado de su país.
"Tuvo la suerte de que un hombre bueno, un viajante de comercio, la subió a su auto cuando la vio haciendo dedo en la carretera. El hombre quiso llevarla a la comisaría de un pueblo vecino, pero finalmente decidió que era más seguro traerla con él a Buenos Aires y llevarla al consulado", relató.
La trata de mujeres dominicanas en Argentina se detectó a comienzos de los años 90, cuando en el país suramericano regía una política de libre conversión del peso con el dólar bajo una relación cambiaria de "uno a uno".
Durante la "convertibilidad" del peso con el dólar, que se mantuvo hasta la severa crisis económica de 2001, se multiplicó además la inmigración de bolivianos, paraguayos y peruanos atraídos por el hecho de que el salario promedio de por entonces en Argentina oscilaba en los 600 dólares, una suma sustancialmente mayor que en otros países de la región
ole sus huevos de ese buen hombre , si todo el mundo fuese de la misma forma mucho de los males del mundo se acabarían
La "segunda ola" de la trata de dominicanas en Argentina desde que el ilícito fue detectado en este país, en la década pasada, fue descubierta en 2008 cuando se concedió refugio a una joven analfabeta que escapó del prostíbulo donde estaba recluida.
La joven había tomado un avión en Santo Domingo convencida de que iba a conseguir trabajo en España y al escapar descubrió que no estaba en Madrid como pensaba, sino en una ciudad argentina, dijeron fuentes de la Comisión Argentina para los Refugiados.
Las peticiones de dominicanas para radicarse en este país pasaron de las 663 de 2007 a 1.168 el año pasado, cuando el ingreso de mujeres de esa nacionalidad registró un alza interanual del 32,7 por ciento, según estadísticas de la Dirección de Migraciones.
A comienzos de marzo pasado, las autoridades dispusieron estrictos controles en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, con el fin de descubrir a "falsas turistas" y combatir a las mafias de trata de blancas.
"Desde entonces, unas 166 dominicanas fueron rechazadas y devueltas a su país. El primer vuelo que controlamos se tuvo que volver a la República Dominicana con 54 mujeres y el lunes pasado frenamos el ingreso de 20", declaró al periódico el director argentino de Migraciones, Martín Arias Duval.
"Las mujeres son víctimas y quedan endeudadas con su reclutador aún si las devolvemos a Dominicana. Pero no hay otra, tenemos que mandar una señal de que en Argentina las cosas se le están dificultando", apuntó.
La cónsul dominicana en Buenos Aires, Diana Cambiaso de Mena, advirtió a su vez que 2008 "ha sido un año crítico porque las redes de trata comenzaron a traer mujeres en grandes grupos".
Luego de señalar que el mes pasado un fiscal dominicano vino a Buenos Aires por este asunto, la cónsul apuntó que "a veces" las mujeres sometidas a prostitución "identifican" a quienes las reclutaron, con lo cual se informa a las autoridades de Santo Domingo para que investiguen.
Cambiaso de Mena señaló que el mes pasado una dominicana de 18 años escapó de un prostíbulo de Córdoba y viajó "a dedo" los 750 kilómetros que separan a esa ciudad de Buenos Aires para pedir ayuda al consulado de su país.
"Tuvo la suerte de que un hombre bueno, un viajante de comercio, la subió a su auto cuando la vio haciendo dedo en la carretera. El hombre quiso llevarla a la comisaría de un pueblo vecino, pero finalmente decidió que era más seguro traerla con él a Buenos Aires y llevarla al consulado", relató.
La trata de mujeres dominicanas en Argentina se detectó a comienzos de los años 90, cuando en el país suramericano regía una política de libre conversión del peso con el dólar bajo una relación cambiaria de "uno a uno".
Durante la "convertibilidad" del peso con el dólar, que se mantuvo hasta la severa crisis económica de 2001, se multiplicó además la inmigración de bolivianos, paraguayos y peruanos atraídos por el hecho de que el salario promedio de por entonces en Argentina oscilaba en los 600 dólares, una suma sustancialmente mayor que en otros países de la región
ole sus huevos de ese buen hombre , si todo el mundo fuese de la misma forma mucho de los males del mundo se acabarían